Artesanas de San Antonino Castillo Velasco preservan bordados que guardan historia 

En San Antonino Castillo Velasco el amor por los bordados se hereda de generación en generación. Bordar es algo que se aprende desde muy temprana edad, como sucedió con Teresita, quien hizo realidad su sueño de tener su propio taller junto a otras mujeres de la comunidad.

En 2017, un grupo de artesanas organizado por Teresa Adelina Canseco Campos, -Teresita como le llaman con cariño- se propuso aprender la técnica de deshilado que sus madres y abuelas ya no pudieron enseñarles.

A través del Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo del Estado de Oaxaca (Icapet), el primer curso que solicitaron en San Martín Tilcajete fue de Deshilado, el cual tuvo gran impacto y permitió que en 2018 decidieran formar oficialmente un grupo de artesanas y abrir su propio taller de bordados para autoemplearse.

Su preparación continuó con los cursos de Bordado de blancos y accesorios y el más reciente, en 2023 de Corte y confección alta costura.

Para Teresita estos talleres han sido el hilo conductor para impulsar su propio negocio y nuevas oportunidades de crecimiento, ya que les abrió la puerta para emprender y tener autonomía financiera. También, mediante una organización civil obtuvieron maquinas industriales para incrementar y mejorar su producción de prendas.

A siete años de su primera capacitación, este grupo ya cuenta con tres puntos de venta en San Antonino Castillo Velasco: el taller ubicado en la calle Hidalgo número 49, esquina con Reforma, un módulo los domingos en el parque y otro en el Baratillo de la comunidad.

Las 10 integrantes refieren que les gustaría comercializar a otros estados de la República Mexicana y países, apoyar a más mujeres en su intención de aprender a bordar y ser instructoras.

Asimismo, colaboraron con la marca mexicana de joyería Tane en la colección Bordados, la cual obtuvo el triunfo al Mejor Diseño en Plata por su brazalete con detalles únicos que simbolizan el trabajo de las maestras artesanas de esta comunidad.

Aunque hasta ahora sus ventas han sido locales, Teresita expresa que buscan evolucionar con sus bordados en prendas para hacerlos “más modernos, pero sin perder el toque típico tradicional”, indicó.

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