Oaxaca, México – En un inesperado giro de los acontecimientos, Oaxaca ha perdido la batalla comercial contra el chapulín transgénico proveniente de Puebla. A pesar de los esfuerzos por proteger sus chapulines tradicionales, estos insectos han invadido los mercados, afectando a los vendedores locales y causando revuelo entre los consumidores.
Los chapulines transgénicos, criados como pollos, secos, chicos y salados, con su apariencia perfecta y su durabilidad en montones afuera de los mercados, han capturado la atención de los compradores, relegando a los chapulines oaxaqueños al olvido. Los vendedores locales temen que estos nuevos «invasores» afecten la autenticidad y el sabor de los productos tradicionales, disminuyendo sus ventas y su sustento.

En un giro aún más inesperado, los integrantes del Congreso local han expresado su simpatía por los chapulines transgénicos, sintiéndose identificados con ellos y están considerando otorgarles la denominación de origen, lo que ha causado un mayor desconcierto entre los vendedores y consumidores.